A mirada busca un despois, unha resposta, un camiño. Toca seguir, despois da fuxida. A ausencia túa arrecende a café, a vento na face subindo San Pedro, a miradas debuxadas con auga de limón. Trae camisola por fóra e sorriso xuvenil, é posíbel que esta cidade nunca máis poida ser nosa. A dor da pedra pide trabar, cuspir, andar os días con ollos fumegantes de febre. Nas escollas pousamos o alento, miramos de fronte as dúbidas e o futuro, procuramos porto seguro para cada travesía. Da raiba á tenrura, coleccionamos palabras, esváense os camiños, buscámonos quizais nos que fomos algunha vez.
Tendrá que haber un camino,
ResponderExcluirhabrá un camino
que me lleve,
que me lleve donde pueda estar.
Si no aparece el camino
no se dónde va a pasar.
Tendrá que haber un camino
que me lleve a donde pueda estar.
Otros prefieren quedarse,
prefieren quedarse,
aunque no puedan vivir.
Y yo prefiero la muerte
antes que seguir allí así.
Otros prefieren quedarse
aunque no puedan vivir,
aunque no puedan vivir.
Sobre la canción, recomiendo este enlace: http://ivanpaya.blogspot.com/2007/04/tendr-que-haber-un-camino.html
ResponderExcluirRecuerdo bien aquellos ‘400 golpes’ de Truffaut, y el travelling con el pequeño desertor, Antoine Doinel, playa a través, buscando un mar que parecía más un paredón. Y el happy-end que la censura travestida en voz en off sobrepusiera al pesimismo del autor, nos hizo ver que un mundo cruel se salva con una homilía fuera del guión
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